19 nov 2015

Cròniques Nepalís: (1/4) Aventuras y desventuras de dos runners en tierras Nepalies

Día 1: 29/10/2015

Jueves. Aeropuerto del Prat, terminal 1. Punto de partida para iniciar unos de los retos más importantes de nuestra vida que nos tendría inmersos durante una semana y media a miles de kilómetros de nuestras casas y familias.

El viaje en avión no fue del todo pesado. Los señores de Emirates se encargaron de hacer este tiempo más agradable gracias a la comodidad de sus aviones, y como no, al extenso repertorio de películas que permitió que el vuelo se hiciera lo más ameno posible. Después de un transfer en Dubai que nos permitió estirar las piernas durante unas horas y tomarnos un café (en mi caso un delicioso chocolate), emprendimos de nuevo el viaje hasta nuestro destino final e inicio de nuestra aventura, ya en tierras de la India.

En el aeropuerto nos esperaba personal de la organización para trasladarnos al hotel donde pasaríamos la noche.


Día 2: 30/10/2015

Viernes. Nos juntamos con el resto del grupo y participantes, y salimos hacia el aeropuerto para tomar un vuelo a Bagdogra. Después de dos horas de vuelo llegamos a nuestro destino. Una vez allí nos esperaban dos autocares que nos llevarían hasta el primer destino dentro del programa: el “Mirik Lake Resort”.

Después de dos horas de carreteras de tierra e infinidad de curvas que nos permitirían ir ascendiendo hasta llegar al primer punto establecido en el programa (a una altitud de 1680 metros), llegamos al resort donde el Sr. Pandey, director de la prueba, nos recibió, y después de un recibimiento familiar, nos invitó a que entráramos para realizar las presentaciones y explicarnos como iba ser la prueba. Pero antes nos ofrecieron un delicioso te verde.




Una vez sentados se nos hizo la entrega de unos pañuelos que nos pusieron uno a uno en una ceremonia de iniciación. Después de casi hora y media de charla, y ya cansados por el duro día de viaje, nos dirigimos a los comedores para cenar y degustar la deliciosa comida tibetana. Bueno… es un decir, porque como aspecto entraba por los ojos por su excelente presencia, pero su sabor era para nuestro gusto demasiado picante e incomible, con lo cual poco pudimos disfrutarla. Y nos fuimos a descansar con el estómago cantando como la mejor opera de Verdi.


Día 3: 31/10/2015

Sábado. Primer día de aclimatación y turismo por la zona, que nos permitiría ir conociendo la vegetación y grandes extensiones de plantaciones de te en  Darjeeling, famosa por ser la zona más importante de exportación de té del Nepal, punto de partida hacia los mercados mas importantes del mundo. En el trayecto empezábamos a divisar las primeras cumbres Nepalies, cuadros montañosos de una belleza inexplicable con las cimas espolvoreadas de intenso blanco que encandilaba nuestros ojos. Este fue el primer contacto montañoso que nos acompañaría durante los dos primeros días de prueba.

Proseguimos con el día de turismo. La siguiente parada fue el zoológico, donde pudimos ver los animales en cautividad más representativos de la zona. Dentro del zoológico (como punto a resaltar) había un museo dedicado al Himalaya, en el cual estaban expuestos la infinidad de objetos que fueron donados por los centenares de expediciones y personalidades importantes dentro del montañismo mundial que culminaron la cima del majestuoso Everest. Desde el inicio fue una visita bastante interesante. Como curiosidad dentro de la exposición habían expuestos restos de pelos del Bigfoot, mundialmente conocido como “Jeti” un reclamo para los turistas. Después de realizar las fotos del rigor a las estatuas que estaban situadas alrededor del museo (pertenecientes a las celebridades más importantes del mundo montañismo), proseguimos con la ruta finalizando el día con un paseo en tren de vapor, donde pudimos observar las maravillas del lugar.




Después del paseo nos llevaron al Resort para la cena y finalización del día a puertas del primer día de prueba. Nerviosos, nos acostamos y fue difícil conciliar el sueño, pero el cansancio y el jet lag hicieron su trabajo y caímos rendidos.


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